
Se dice que la estimulación del punto G (a través de la pared frontal de la vagina) propicia un orgasmo más vigoroso y satisfactorio, y es posiblemente la causa de la eyaculación femenina. Tal estimulación requiere un empuje en cierto modo opuesto al que se necesita para lograr la máxima excitación clitorial con el pene.
Muchos libros sobre sexo aconsejan a las parejas incapaces de lograr el orgasmo femenino el considerar la estimulación del punto G como técnica sexual.
Un creciente número de expertos cree que la razón por la que la estimulación de esta área provoca un orgasmo «hacia fuera» e incluso la eyaculación femenina es que el punto G ha evolucionado a un "punto disparador" del parto. La cabeza del feto empuja este punto durante el parto, lo que parece disparar la última fase de empuje. Esto se traduce, durante la estimulación sexual normal, en una contracción más significativa de la vagina.
El punto G puede no ser solamente un punto discreto. De hecho, algunos científicos como Natalie Angier defienden que se trata del conjunto de profundos nervios del clítoris cuando pasan a través de los tejidos para conectar con la columna vertebral. El clítoris tiene profundas raíces y puede cambiar de tamaño y ligeramente de posición a medida que los niveles hormonales cambian en las diferentes etapas de la vida de una mujer.
Un pene curvado hacia arriba tiene la habilidad natural de ejercer mayor presión sobre la pared frontal de la vagina. Si un pene no se curva hacia arriba, entonces pueden ser necesarias diferentes posiciones sexuales. Por ejemplo, un hombre cuyo pene se curve hacia abajo puede hallar que la penetración posterior es más adecuada para estimular el punto G dado que la curva presionará la pared frontal.
La estimulación del punto G mediante el uso de un dedo o la lengua es posible gracias a la presión combinada de empujar el clítoris hacia abajo mientras se arquea la lengua o el dedo hacia arriba en un movimiento de llamada. El dedo o la lengua debe estar entre 2,5 y 7,5 centímetros dentro de la vagina para que de resultado. Sin embargo, cada mujer puede necesitar una forma diferente de estimulación.

Se piensa que la estimulación del punto G es más intensa en las mujeres mayores de treinta años, porque los cambios en la estructura de los tejidos del interior de la vagina permite un acceso más fácil a dicho punto. Algunas mujeres creen por esta razón que en la treintena alcanza su cúspide sexual.

Habrán oído muchas veces que cuando el proctólogo realiza un examen rectal y palpa la próstata con el dedo se producen eyaculaciones espontáneas. Este hecho a veces no contado, ya que a los hombres les produce mucha verguenza, es absolutamente normal. Eso es un acto médico, pero es una estimulación directa del punto G masculino.
¿Dónde se encuentra el punto G masculino?
El punto G de los hombres se encuentra en el interior del recto, a unos 5 cm del ano y en la pared que da hacia el frente, hacia la vejiga.
No todos los hombres se pueden mostrar dispuestos a probar la estimulación del punto G masculino en forma interna, ya sea por tabúes o prejuicios que pongan en duda su masculinidad.
Pero hay una forma de estimular el punto G masculino externamente, es presionando o masajeando la zona del periné, esta es la zona que va desde el ano hasta los testículos.
Existen aquí también gran cantidad de terminaciones nerviosas que hacen a esta zona absolutamente sensible y muy erógena.
Por lo tanto el punto G masculino no es un mito ya sabemos cual es, donde encontrarlo y como estimularlo.
¿Qué produce la estimulación del punto G en los hombres? Una mayor exitación, orgasmos más intensos y una eyaculación más potente.
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